miércoles, 21 de octubre de 2009

El arte de mentir

La mentira puede convertirse en un hábito

¿Por qué mentimos?
Determinadas personas, en algún momento, aprenden a eludir sus responsabilidades mintiendo. Si lo realizan durante mucho tiempo, la mentira termina convirtiéndose en hábito, apareciendo de este modo El Trastorno En El Control De Impulsos, donde la mentira acaba dominando al individuo. La mentira se da porque el sujeto obtiene cierto placer

Se siente de alguna forma más listo que los demás.
El hecho de correr cierto riesgo favorece la aparición de una elevación de adrenalina.
Recibe el beneficio secundario que supone el no afrontar el acto realizado.

Sin embargo cada mentira, además puede llevar asociada que la persona se vea obligada a unirla con otras nuevas. Por ejemplo, una persona dice a su doctor que le duele el estómago para evitar acudir a su trabajo. El médico le remite al especialista y éste le realiza una prueba muy dolorosa que consiste en introducir un tubo por la garganta hasta el intestino. Finalmente la conducta ficticia inicial lleva al paciente a un dolor real de garganta y a lo mejor a la pérdida de su trabajo si su jefe descubre el invento

Cuatro tipos de mentira.

La hecha en forma esporádica (todos alguna vez mentimos) y espontánea (¿Hay mentiras piadosas? Esa es la pregunta que todos nos hacemos, y quien justifica la mentira hace suya la frase de que "el fin justifica los medios"

La evolutiva, que comienza en la niñez y es reforzada por los padres/madres (de niño)

La que se dice como producto de un padecimiento sintomático (para obtener atención gracias a la creación de un falso personaje que nos dá brillo y es para mejorar nuestra propia autoestima, inventando logros y consecuciones personales )

La efectuada como conducta repetitiva. Esta es la mitomanía, en la que se vive para y por la mentira. es la complicada y la que lleva a la mentira compulsiva.

¿Se puede prevenir la mentira?

Una forma de evitar que la mentira se transforme en una obsesión en la edad adulta es "no castigar a los chicos cuando dicen una mentira menor, ya que es propio de la imaginación infantil y forma parte de su maduración". Los padres deben explicar las diferencias entre fantasía y realidad a los niños/as. El desarrollo de una fantasia muy grande puede llevar a los niños/as a cultivar "otra realidad" inventada que es la puerta a la mentira. Hay que hacerles saber distinguir entre imaginación (estimulandosela también) y realidad.

El caso de Alicia Head.


Alicia Esteve Head proviene de una familia rica de Barcelona, nació el 31 de julio de 1973. Tiene la nacionalidad española. Según el anuario de la promoción 2002 del MBA de Esade, también fue alumna de la Universidad Europea de Barcelona.


Gracias a su dominio del inglés, trabajó para Tandem Computers, en Cupertino (California), entre mayo y octubre de 1995.
Cuando se entero del atentado a las torres gemelas no dudo en trasladarse hacia el sitio de los hechos para hacerse pasar por una victima mas del atentado.

Entre septiembre de 1996 y abril de 1997 fue asistente del director de una compañía de promociones. En abril de 1997 entró en Hovisa, la empresa que gestionaba el hotel Arts. Allí permaneció hasta julio del 2000. En 1999 fue elegida empleada del año del hotel. Era la asistenta del mánager Takeshi Hironaka. Sus colegas recuerdan que era muy eficaz, "la más preparada del departamento", asegura uno de ellos.


Cursó el máster de Esade entre 2000 y 2002. La lengua de su grupo de estudios era el inglés. De ahí que muchos compañeros hubieran nacido en otros países. A Alicia le gustaba ayudarles a instalarse e integrarse en Barcelona.

Sin embargo, su personalidad, muy envolvente y exigente, según quienes la conocieron, la convertía en una solitaria. Por mucho que se esforzara en ser simpática, tenía pocos amigos. "Tenía liderazgo, era cariñosa y con un montón de energía", asegura Enrique Calvo, que estudió con ella. La mayoría de testimonios son coincidentes. "Se mataba trabajando porque, de alguna manera, sabía que sólo destacaría en lo laboral y lo económico", asegura otro colega.

No tenía problemas de dinero. Al contrario. Era generosa. A un compañero le regaló una cazadora de piel y en una ocasión cerró el bar Mirablau para agasajar a toda la clase. Una colega recuerda que "al principio nos lo daba todo. Luego descubrías que lo que ella necesitaba era mucho afecto. se notaba que su familia tenía mucho dinero pero no le daba afecto".

Su pista se pierde entre 2002 y 2004, cuando reaparece en Nueva York, transformada en Tania Head y como supuesta víctima de los atentados contra las Torres Gemelas. Allí aseguró que había permanecido una semana en el hospital, inconsciente durante cinco días. Al despertar asegura que se enteró de la muerte de su novio Dave en la torre norte del World Trade Center. De ser cierta esta fantasía no hubiera podido estar en Esade en el arranque del curso 2001-2002.

En septiembre del 2001, además, a ninguno de sus amigos y colegas les comentó que había vivido la tragedia del 11-S. La malformación en la mano, que luego atribuyó a una secuela de los atentados, era, en septiembre del 2001, consecuencia de un accidente en un Ferrari. Solía afirmar que pertenecía a la familia Esteve, de Laboratorios Esteve, hecho incierto. También fabuló que Bill Clinton, ya ex presidente, cenó en su casa coincidiendo con su visita a Barcelona.
Fueron historias difíciles de creer como estas las que la dejaron sin apenas amigos. Una compañera de Esade reconoce el vacío que le hicieron y el duro golpe anímico que sufrió cuando fue despedida como delegada de clase, cargo para el que se había esforzado mucho. Tuvo además un desengaño amoroso con un compañero de clase y a sus más allegados les comentó su intención de irse a Nueva York, "porque allí los sueldos son mejores". Sus objetivos profesionales, según el anuario de Esade, estaban en el marketing, la publicidad, la comunicación y la consultoría.

Head aseguró ser trabajadora de la empresa Merill Lynch & Company, en nombre de la que se encontraba cerrando un acuerdo con otra firma cuyas oficinas estaban situadas en el piso 96 de la torre cuando el primer avión se estrelló, pero la compañía no cuenta con ningún registro de que fuera su empleada.

En cuanto a su historia personal, lo único que cuadra es la identidad del que supuestamente era su prometido, y en algunas versiones esposo: un hombre que el diario solo cita bajo el nombre de David que sí murió en la Torre Norte, pero cuya familia y amigos aseguran no haber oído hablar nunca de Head.

Tambien dijo haber prestado su ayuda en Indonesia tras el tsunami 2004 y en Nueva Orleans después del paso del Katrina en 2005, parece haber inventado también su currículum profesional y estudiantil, ya que no aparece como alumna de Harvard ni Stanford, como aseguró.

Nunca pidió ninguna compensación económica por los atentados, también participaba en los tours guiados que ofrecía en la Zona Cero el Tribute Center, un centro dependiente de la Asociación de Familias del 11-S.
La directora de la asociación, Jennifer Adams, aseguró que Head ya no podía colaborar con ellos, pues "ahora mismo no se puede confirmar la veracidad de la conexión de Tania Head con los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001".

Este es un caso mas donde se extrapola la realidad con la ficcion.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad que me resulta difícil de creer que extrapoles ("Aplicar conclusiones obtenidas en un campo a otro", según la RAE) la realidad con la ficción